viernes, 5 de agosto de 2011

Recordemus : 2001 "2 Semanas 5 Presidentes"

Argentina comenzó el mes de diciembre con Fernando de la Rúa como presidente. Un mes después, está al frente de la Casa Rosada Eduardo Duhalde, quien había sido derrotado por el anterior mandatario en los comicios presidenciales de 1999.
Esta no fue la única anomalía que dejó un mes de saqueos, Estado de Sitio y cacerolazos.
Entre De la Rúa y Duhalde hubo tres presidentes más, Ramón Puerta, Adolfo Rodríguez Saá y Eduardo Camaño.
Esta es la cronología de las últimas semanas de un año que los argentinos jamás olvidarán.

Diciembre 20: Apenas cumplidos dos años de su mandato, Fernando de la Rúa renuncia y abandona el palacio presidencial en helicóptero, en medio de una ola de protesta social que dejó 27 muertos y más de 100 heridos.

Diciembre 21: De la Rúa levanta el estado de sitio como última acción de su mandato. El Congreso nombra como presidente provisional al titular del Senado, el peronista Ramón Puerta.
El Partido Justicialista propone como presidente interino al gobernador de la provincia de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá y convoca a elecciones para el 3 de marzo.
Diciembre 23: Jura como presidente interino Adolfo Rodríguez Saá. En su primer mensaje al país, anuncia la suspensión en los pagos de la deuda pública externa y dice que no devaluará el peso ni dolarizará por completo la economía.

Diciembre 24: El gobierno extiende el feriado bancario hasta el 2 de enero y anuncia la creación de una tercera moneda, el "argentino", que circulará en forma paralela al peso y al dólar.
Rodríguez Saá recibe a representantes de las Madres de la Plaza de Mayo y promete revocar el decreto que bloquea la extradición de acusados de violaciones a los derechos humanos durante el gobierno militar de 1976-83.

Diciembre 25: Luego de pasar la víspera de Navidad con su familia en su provincia natal de San Luis, el presidente se reúne con su gabinete para discutir el presupuesto de 2002.
Diciembre 26: Rodríguez Saá concurre a la sede de la principal central de trabajadores, donde asegura que el "argentino" tendrá como garantía las propiedades a nombre del Estado, incluyendo la sede del Congreso y la Casa Rosada, el palacio presidencial.


Nombra asesor presidencial a Carlos Grosso, ex intendente de la ciudad de Buenos Aires involucrado en varios procesos por corrupción administrativa.

Diciembre 27: El presidente dice que dará prioridad a la emergencia social, antes que a las obligaciones financieras internacionales, y pide paciencia a los acreedores.
Se desata en el seno del peronismo, el partido mayoritario que controla ambas cámaras del Congreso argentino, un intenso debate sobre la duración del mandato del presidente interino Rodríguez Saá. Sus partidarios favorecen que complete el mandato De la Rúa. El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, manifiesta abiertamente su oposición.

Diciembre 28: Rodríguez Saá pide la renuncia del titular del Banco Nación, David Expósito, quien había dicho que el gobierno debía emitir US$15.000 millones en la nueva moneda.
La Corte Suprema de Justicia avala la restricción al retiro de fondos de los bancos, tras lo cual se inician protestas callejeras, que también piden la dimisión de funcionarios sospechosos de corrupción.
Grosso, quien había dicho que su designación como asesor presidencial era por su "inteligencia" y no por su "prontuario", es forzado a renunciar.

Diciembre 29: Se repiten los incidentes en las calles de Buenos Aires, donde miles de personas se manifiestan en su mayoría pacíficamente frente a la Casa Rosada. Algunos grupos de jóvenes entran al parlamento y queman parte del mobiliario.
Las protestas continúan en la madrugada dejando un saldo de más de 30 detenidos y 12 policías heridos.

El gabinete de ministros presenta su renuncia.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, llama al presidente Rodriguez Saá para recalcar la importancia de que el gobierno trabaje estrechamente con el Fondo Monetario Internacional y otras instituciones financieras para desarrollar "un plan económico sostenible".

Diciembre 30: El presidente convoca una cumbre de gobernadores de su partido en su residencia veraniega de Chapadmalal, al sur de Buenos Aires, donde esperaba obtener consenso para relanzar su mandato.
Al encuentro no concurren varios gobernadores clave. Entre los ausentes se encuentran el cordobés De la Sota, y el gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann.
"Bueno muchachos, ahora consíganse a un De la Rúa porque yo no soy un forro de ustedes", dice Rodríguez Saá al presidente del Senado, Ramón Puerta, según la prensa argentina.
Rodríguez Saá viaja en el avión presidencial a San Luis y desde allí da la noticia de su renuncia, en un mensaje a la nación transmitido por cadena nacional de radio y TV.
Antes de anunciar su renuncia, acusa a De la Sota de "mezquindad" por no darle apoyo para su gestión.
De la Sota pide que haya elecciones "a la mayor brevedad posible" y dice que es preferible que la gente "en vez de hacer cacerolazos, vaya a las urnas".

Diciembre 31: El presidente del Senado, Ramón Puerta, también presenta su dimisión, con lo que queda vacante la jefatura de Estado que debía asumir en sustitución de Rodríguez Saá.
La renuncia de Puerta obliga al presidente de la Cámara de Diputados, el peronista Eduardo Camaño, a asumir interinamente la jefatura de Estado y convocar de urgencia a la Asamblea Legislativa para que designe un nuevo presidente provisional.

Enero 1: Eduardo Duhalde, el senador peronista que fue derrotado por De la Rúa en los comicios presidenciales de 1999, es elegido por amplia mayoría para terminar el mandato del ex presidente radical, en diciembre de 2003.

No se si nos acordamos, pero sería bueno no?

Después, la fortuna nos trajo a Néstor y a Cristina !
Nunca Menos !!!

Fuente del texto: "Las semanas de los cinco presidentes" http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_1735000/1735611.stm

2 comentarios:

Funes dijo...

¡Me tienen podrido con los cinco presidentes! .. Diría J.L.
Y listo... Basta de memoria a corto, mediano y largo plazo.

Anónimo dijo...

Un claro hecho que demuestra que el peronismo pelea sus internas en el ámbito de la nación y no en su partido como debe ser,y que no le interesa el país e impone sus mezquindades ante los intereses de la Nación y sus habitantes,capaces de incitar golpes de estado a gobiernos legalmente constituidos como lo hicieron con Alfonsin y De la Rua.